Decalogo del buen Arbitro

1.- Piensa toda la semana que el domingo debes gastar tus energías físicas, acumula las reservas necesarias.

2.- Refresca constantemente tú inteligencia y tú memoria con lectura frecuente de las leyes del juego.

3.- Procura amoldar tú vida privada y tus actos públicos a los dictados de la más estricta moral.
4.- Ten presente que con vista, agilidad y energía tus actuaciones serán admiradas por el aficionado.

5.- No admitas nunca coacciones de un público irresponsable en beneficio de la augusta misión que tienes que cumplir.

6.- Cuida con tú autoridad y experiencia la integridad física de los jugadores como si fuera propia.

7.- Que el terreno de juego sea para ti campo donde reine la justicia, escuela de caballerosidad y templo del honor.

8.- Frena siempre los impulsos de tú carácter y deja que la serenidad presida tus fallos y tus decisiones.

9.- Huye de las discusiones inútiles dentro y fuera del campo, si quieres mantener tú autoridad.

10.- Tú prestigio deportivo será el resultado de una conciencia pura, de un valor sin jactancia y del conocimiento perfecto de las leyes del juego.

11.- Los valores humanos, honestidad, generosidad y paciencia siempre están presentes en los mejores, son estos árbitros los que al paso del tiempo son siempre recordados por todos aquellos con los que alguna vez coincidieron en una cancha de fútbol.